jueves, 4 de diciembre de 2025

Tengo opiniones sobre el Spotify Wrapped

El título de esta entrada era algo como "Tengo opiniones sobre el Spotify Wrapped y me demoro un rato en elaborarlas así que no alcanzaba en un post cortito de RRSS" pero ese título era demasiado largo, pero se imaginan el punto. Con el fin de año llega este recuento y está bien, todos lo queremos compartir, todos queremos saber quiénes fueron nuestro top5 y compartirlo, saber cuántos minutos de música escuchamos y otras estadísticas asociadas. Pero cuando reviso un poquito más a fondo, siento que hay más cosas que conversar (...la mayoría malas) y que no estamos diciendo. Así que eso intentaré hacer ahora.

Y de paso decirles que escuchen a...

The Last Dinner Party es un quinteto británico que hace música indie bien bonita. Este 2025 sacaron su segundo disco, y ustedes debieran oírlas.

Quizás yo tengo una cuota de cinismo hacia Spotify Wrapped porque no necesito esperar hasta fin de año para ver las estadísticas. Toda la música que escucho está linkeada a mi perfil de last.FM, y yo puedo en cualquier momento ver quiénes son mis artistas tops, cuáles fueron los discos que más escuché, o si quiero puedo ver qué escuché entre el 12 de abril y 15 de septiembre de 2019. ¿Por qué ese rango de fechas? No sé, pero puedo. Entonces ver los números no me es sorpresa, a lo más es la diferencia entre lo que escucho dentro y fuera de Spotify. 

Y last.FM hace unos años empezó con sus reportes semanales, mensuales y anuales donde resumen la música que se escucha en ese período, así que además tengo fresco en la memoria mis aventuras musicales. Me llamó la atención (y me ofende un poco) que mi edad musical sean 42 años según Spotify, pero sabiendo las décadas que más escucho y los estilos que más oigo...sí, le hallo su cuota de sentido. Lo del club no lo entendí.

Mi primer problema con el Wrapped es...que es simplón. Comparado con la info que yo puedo obtener con last.FM, que me diga mis artistas y álbumes principales, a qué "club" pertenezco, y mi edad musical es poco. Y eso sin considerar los muchos nerds allá afuera que utilizan la info de last.FM para hacer magia que no entiendo y expandir en la info del sitio. Spotify no puede hacer todo eso, y leyendo un par de stories de amistades, varias personas quedaron con gusto a poco con la información de este año entregada por el Wrapped. Y es lógico, es un año de música, dame algo más que mi top5.

 

"Liquorice" es el nuevo álbum de la artista dream pop/shoegaze Hatchie, y ustedes también deberían oírlo.

Ligeramente relacionado con lo anterior, es que como para algunas personas es una sorpresa cuál será su artista top, también puede no ser una grata sorpresa. ¿Enredado? Sí, para mí también. Para mí tiene todo el sentido del mundo que si escuché a Muse demasiado este año, ellos sean mi artista top, y no hay ningún problema con eso. Pero hay quienes les causa verdadera ansiedad compartir su Wrapped. Sea asociar música a eventos complejos del año, el "qué dirán" respecto al artista pop, o el querer mostrar un Wrapped ecléctico y original, y mostrar que esa persona escucha más música aparte del mainstream de Drake, Kendrick o Taylor Swift. Cada fin de año veo blogs de gente que les causa ansiedad compartir su artista top o que se sumaron al "Brat Summer" el año pasado y las reproducciones lo reflejan, de mostrarle al mundo que tienen un gusto "genérico", o que censuran su artista top para no mostrarlo. O sea, mientras no sea música neonazi...no hay problema, ¿cierto? Pero eso no quita que la ansiedad sea real.

Spotify es la plataforma más usada para reproducción musical, así que es lógico que esta sea una época en que todos nos reunimos en torno a nuestros Wrapped, y dé FOMO (Fear Of Missing Out) no poder participar porque te da vergüenza, ansiedad o angustia tu Wrapped, tu recolección de música de este año.Y hasta cierto punto, empatizo con eso. En mi adolescencia era tabú reconocer que te gustaba el "American Idiot" de Green Day, o los discos de Avril Lavigne. Había que decir alguna canción desconocida de esos discos y no podías mencionar los singles, o quedabas como posero, falso fan, y persona genérica. De adulto eso me parece ridículo y aguante "Boulevard of Broken Dreams" (que hoy sé es la canción con más streams de Green Day), pero en esa otra época...bue, era otra época. Empatizo con quienes sufren algo así hoy con su Wrapped.

 

Que Yellowcard saque un disco en 2025 es una locura, y "Better Days" es un punk-pop bastante bueno, y el violín no decepciona. Óiganlo.

Spotify es la plataforma más usada para reproducción musical, dije recién. Y también es la más mala, bien sabemos. El CEO ya dijo que no hará ningún filtro para detener la música generada por IA. Y mira, yo sé que a mucha gente le da igual, pero creo que cualquier persona que lea estos párrafos sobre música, aprecia lo suficiente el humano arte de crear música y las emociones asociadas a ella, para que le importe la diferencia entre música creada por y para humanos, y música hecha por inteligencia artificial. Creo que entendemos la diferencia entre Gorillaz, K-Pop Demon Hunters y Hatsune Miku, versus música creada por inteligencia artificial, ¿cierto? Bue, el CEO de Spotify no hace esa distinción. 

Y ni nos metamos en que Spotify es la que menos paga por reproducción, y que artistas necesitan 250 reproducciones para que el artista siquiera vea un dólar en su cuenta. Spotify cambió el modelo de rentabilidad para la música, y hay toda una teoría (sin pruebas, pero tampoco dudas) que los artistas están haciendo discos más cortos y con más canciones para poder rentabilizar su música. Björk ya lo decía este año: haberle puesto tu corazón a crear una composición musical, ¿y Spotify te paga sólo $3.5 pesos chilenos por reproducción? Yikes.

La guinda de la torta para mí es la calidad de sonido. La de Spotify es simplemente mala. Es mala calidad, la ecualización aplana la curva de frecuencia de la canción, y te deja una versión super comprimida. Incluso en su paquete premium, la calidad lossless de Spotify pierde contra Deezer y Tidal, y el cambio se nota.

Generan una cantidad ridícula de billones de dólares, pagan una miseria a los artistas, financian el genocidio en Gaza, entregan música fea, y lo único que nos dan es un "escuchaste X minutos de música este año" al final del período. No sé, me cae mal Spotify. Y aunque cancelé mi suscripción el mes pasado, aún no elimino la app. Maldita sea que la hicieron cómoda e intuitiva.

No como Blogger, no sé qué pasó pero está peor. Cómo arruinas una interfaz tan simple como Blogger, argh.

Saludos a Sean Mackin, violinista de Yellowcard. 

viernes, 16 de mayo de 2025

Surfear el cielo. Parte I

Imagínense esto. Era fines de mayo de 2009, yo un adolescente con cientos de cosas dando vueltas en mi cabeza, me meto a YouTube con todo lo DIY que era en ese entonces, y me aparece un video titulado "Eureka Seven - Storywriter". Era un Anime Music Video (AMV), de esos muy comunes en los 2000s donde ponían peleas de Dragon Ball Z y Evangelion con música de Linkin Park. Yo no conocía ni Eureka Seven ni "Storywriter", así que lo dejé pasar. Estuvo como dos o tres días en mi homepage de YouTube hasta que lo vi. Imagínense todo eso que conté recién, yo clickeando en ese video sin ningún contexto, y lo vi. Véanlo. Así comienza una obsesión de más de quince años. Bueno, dos en verdad. Hoy les cuento de una: la obsesión con Storywriter y la banda que la compuso, Supercar.

 
Supercar es una banda japonesa que en 2005 prestó la canción Storywriter para el soundtrack de Eureka Seven. La canción mezcla elementos rockeros y electrónicos, y la amé a primera oída. El delay con el que empieza en que los instrumentos se preparan para atacar, la combinación de las guitarras, la voz lejana y extrañamente optimista de Koji Nakamura, y como el coro resuelve en reiniciar las mismas notas que presentaron la canción segundos atrás. Para 2009 la banda ya se había separado, y en occidente (y más en ese entonces) siempre cuesta hallar cosas japonesas, así que me contenté con descargar Storywriter del Ares y oírla mucho.

En abril del 2013, en uno de esos paros aburridos de la U, me dije ¿Y si escucho más de Supercar? Quién sabe, quizás pueda haber algo que me guste. En un Torrent encontré la discografía completa, así que aproveché el paro y la descargué. Empecé, obviamente, por el disco que contenía a Storywriter.

"Highvision" (2002) era el cuarto disco de la banda. 47 minutos que mezclan de manera preciosa elementos electrónicos (como Storywriter) con guitarras suaves pero que tienen su cuota de energía. Starline empieza suave con su batería una guitarra que de a poco va entrando junto a Koji cantando. Menciones especiales a Strobolights que tiene ese teclado que casi parece juguete y llega a ser chirrión a veces, más la letra (ahora cantando Miki Furukawa) que dice "dos más cuatro más dos más cuatro igual a anochecer" como talla. Canción hipnótica. Aoharu Youth que toma de nuevo eso que dije de la calma de pianos y sintetizadores comenzando la canción, para luego terminar en un extraño optimismo con guitarras en el coro. Y cerrando el disco Silent Yaritori que, aunque no entiendas japonés (...como yo), la canción te logra transmitir los inocentes e introspectivos sentimientos de amor de Koji, y terminando con voces de Miki ad infinitum.

[Highvision aquí en Spotify, y aquí en YouTube]

Ya obsesionado con Highvision, me sentía en confianza para escuchar el último disco de la banda, un "Last Live" que sacaron en 2005 donde tocaron dos horas para despedirse del público y terminar la banda. Tocaron sólo cuatro canciones del "Highvision" (entre ellas Storywriter), así que me sirvió para conocer mejor qué hacían estos muchachos en vivo.

Ya lo he dicho como tres veces, pero es que es real: Supercar sabía demasiado bien mezclar elementos rockeros típicos como guitarras y batería con elementos digitales y electrónicos. Los pianos, synths, y arreglos en las voces les salen increíble. Y en vivo no tienen problema de dejar la misma nota tocando durante demasiado...¡¡y les funciona!!. "Karma" que en estudio sólo 5 minutos y medio, en el "Last Live" la alargaron a casi 11. Y por supuesto, la última canción: "Trip Sky". Trip Sky fue mi cocaína durante ese 2013. Comienza con guitarras lentas en notas menores, y a la mitad los instrumentos se lanzan a un instrumental hasta el cielo. Y acá...siendo además el último concierto de Superca, la banda le dio rienda suelta a todos los pedales de sus guitarras, y llegamos a un final digno de My Bloody Valentine. La canción termina con Koji sacándole la cuerda a su guitarra y seguir tocándola así. Es la gráfica manera de decir: se acabó.

 

Ya habíamos vuelto del paro, pero yo seguía excavando la discografía de Supercar. Cada disco tiene su brillo distinto. "Three Out Change!!" (1998) donde exploraban a dónde llevar el sonido de la banda, y se nota que intentaron de llenar lo más posible el espacio físico del CD donde lo publicaron (el álbum dura 78 minutos, de los cuales 13 los ocupa Trip Sky). "Jump Up" (1999) con Koji ya jugando a hacer un falsetto ahogado en la distorsión de las guitarras, logrando hacer una tristeza absoluta (Love Forever) o una extraña sensación de esperanza (Talk Talk). O al menos eso me genera su voz, porque irónicamente la letra de Love Forever es hasta melosa, mientras que la de Talk Talk es más triste que el futuro de Chile.

"Futurama" (2000) es mi otra gran obsesión junto a "Highvision". Aquí nuevamente decidieron meter la mayor cantidad de música posible en un solo CD (75 minutos), y acá comienza la experimentación rockero-electrónica que creo también es donde mejor les resultó. Bla bla bla, mezcla de sonidos electrónicos y guitarras, pero escuchen Karma y entenderán a dónde voy [Acá en Spotify, acá en YouTube]. Es como si Radiohead noventero y Daft Punk hubiesen tenido una hija.

"Answer" (2004) es el último y más experimental disco de Supercar, y le tengo dos obsesiones: Recreation y Last Scene. El video de Last Scene me hace nostálgico por un tiempo que nunca viví, en un país donde no crecí, y por una banda que conocí años después que se separó.


Ni idea por qué se separaron, algo he escuchado los proyectos que sacaron sus integrantes después de la banda, y sigo esperando a que en 2025 salga algún anuncio por el 20° aniversario del "Last Live" (en 2018 sacaron un compilatorio por el 20° aniversario de la banda, disco que por supuesto me compré cuando estuve en Tokyo), uno tiene fe.

Lo que sí es innegable es que Supercar ha dejado una profunda huella en mi gusto musical. Fue mi puerta de entrada a la música japonesa (más allá de la música de ánime que oí de cabro chico) que estoy seguro el algoritmo utilizó para presentarme varias bandas de allá que terminé amando, y también mi introducción a mezclar rock y electrónica. Y, lo que se viene para una parte 2 de "Surfear el cielo", fue mi puerta de entrada a una de mis series animadas favoritas: Eureka Seven. Koji, Miki, Kodai y Junji, gracias por tanto.

¿Y dónde queda Storywriter, la canción que inició todo esto? Bue, aquí está mi ranking de las canciones que más he escuchado en mi vida, y la posición de Storywriter en dicho ranking:

 

[vía last.FM]

Saludos a Renton Thurston.